2006-10-03 * REFLEXIONES TXINORRIS

Los dos mundos de una humanidad

Hay dos mundos y no tres, como siempre nos han contado. O al menos eso concluyo cuando intento desenredar la enrevesada madeja de experiencias, impresiones y reflexiones que he ido acumulando en mis idas y venidas por "el mundo".

A mi humilde entender, está "este mundo", nuestro mundo y está el "otro mundo" ... y no me refiero aquí al difuminado y blanquecino "otro mundo" al que va Patrick Swayze despues de salvar a su ex-novia, más hallá del amoorrrrllll... ;-D
Me explicaré ...

En nuestro mundo todo nos es familiar, conocemos el idioma, las costumbres, la cultura... Podemos hablar de muchas cosas con las gentes de nuestro mundo, pues con ellas compartimos libros, canciones, películas, programas de TV, chistes, historietas, leyendas urbanas ... cultura, en definitiva.

El otro mundo es lo opuesto al nuestro. Y cuando digo opuesto no quiero decir que no haya idioma, costumbres o cultura, ... A lo que me refiero es a que no nos es familiar. Nos es ajeno y extraño, y en esto radica su "otredad".

En realidad no es un "otro mundo", si no incontables otros mundos que rodean al nuestro, solapandose a veces, pero en la medida que no los conocemos, los percibimos tan solo como "otro mundo". En realidad el "nuestro" también es "otro mundo" para la mayoría de la humanidad.
Al conocer otros mundos, expandimos el nuestro, lo hacemos mas grande al conquistar nuevas regiones, que dejan de ser "otras" porque comienzan a ser familiares. Se hacen un poco nuestras.

Cuando se habla de "otros mundos" lo normal es hablar de las diferencias: las peculiaridades de cada uno de ellos, las costumbres que nos parecen sorprendentes, curiosas, chocantes...
Sin embargo, creo que lo mas enriquecedor de conocer "otros mundos" es darse cuenta de aquello que no cambia. Lo que permanece. Es decir, lo que nos define como humanidad pues es igual en todos los mundos.
Hay muchas "hechos" que permanecen invariables entre mundos, y todos pueden resultar interesantes si se estudian bajo la luz adecuada. Todos ellos nos definen como humanidad, al ser permanentes.

Por ejemplo:

* En todos los mundos existe la "ornamentación". Es decir, a las personas hay ocasiones en las que nos gusta complementar nuestro aspecto con elementos ajenos.
Así mismo, también nos gusta hacer lo mismo con los espacios en los que habitamos. Somos
estetas en uno u otro modo, en mayor o menor medida ...

Mucho e interesante se puede hablar sobre esto ¿no?
O más interesante todavía:

* En todos los mundos la gente es feliz e infeliz dependiendo de circunstancias
muy variables, pero que no tienen que ver con la pertenencia a uno u otro mundo. Es decir, independientemente de cual sea nuestro mundo, tenemos la opción de ser felices o infelices en diferentes momentos de nuestra vida.

Si esto es así ... ¿por qué existe en nuestro mundo esa especie de sentimiento salvador/desarrollador para con las "desgraciadas" personas de otros mundos?
¿de que se les pretende salvar? No son mas o menos infelices que nosotros, en nuestro desarrollado mundo.
De hecho, resulta curioso que sea nuestro mundo el que tiene una tasa de suicidios muy superior a lo normal en otros mundos menos desarrollados.

Hace unos días que he vuelto de Togo, donde he pasado un mes tratando de comprender y sacar algo en limpio. Pocas veces he sentido un nivel de "otredad" tan elevado en un mundo, (tal vez Asia ...)
Y sin embargo, los dos hechos que he puesto como ejemplo se mantienen.

Incluso a pesar de la colonización cultural (globalización) que sufren.
Aunque cantidades enormes de cultura se están olvidando, sustituidas por los "fetiches" occidentales, transformando un "otro" mundo en otro "otro" mundo.
Ni tan siquiera eso afectará a los hechos invariables:

A las gentes de Togo les gusta adornarse ellos y adornar su entorno, y son felices e infelices según les sople el viento, como en todas partes...