ellos dormian apaciblemente, bajo la tenue luz que pinta de rojo todo el cuarto.
entonces yo me acerque al sillon, sigilosamente, y pise de manera firme y contundente una pelota de goma, de esas que llevan abrazada un raton vestido de futbolista, si , de futbolista, y el sonido estridente que produce dicho diabolico juguetito, sobresalto a estas dos marmotas.

jurjur,
esta es la cara un segundo despues del altercado.


vale la pena el susto.


bcn- viernes 13 de enero de 2006